25 noviembre 2013

22 DIAS DESPUÉS

Amig@s, no se que me pasa, resulta que han pasado ya veintidos días desde que cumplí mi sueño, ya estoy en casa, aterrizada y repuesta del jet-lag, que por cierto....no se si existe eso,  pero he estado atontada varios días. Quizás es que no quería bajarme de la nube en la que me encontraba y volver a la dura realidad, pero bien......aquí estamos, con los pies en la tierra y la cabeza....jajajajajaja, la cabeza, mejor dejarla a su ritmo, que esa si que va a su bola.

Entiendo de la ilusión de llegar a meta, de que me colgasen esa preciosa medalla, que me acreditaba como finisher, eso hizo que la euforia durase no horas, sino días, el mismo Domingo por la tarde tod@s con nuestras medallas al cuello, salimos a cenar y a celebrar nuestro triunfo, la gente en la calle, en el metro, nos decían....¡¡congratulations!!, fue entrar en el restaurante y en una mesa ocupada por un grupo de corredores también finisher, nos saludamos como si fuésemos amigos de toda la vida, jajajajaja...¡¡lo que unen los 42.195 mts.!!.
El Lunes, pues lo mismo, con nuestras medallas al cuello, comenzamos a disfrutar del día después y además con una deuda que saldar y a la que íbamos de cabeza. Volvimos a la piedra, a aquella piedra donde el año pasado prometimos que esta carrera quedaba pendiente, donde dijimos que NY nos debía una maratón y el día anterior por fin nos la habíamos cobrado.
El Lunes día 4 hubo una tirada  especial de el diario New York Times, aquí estoy, en el puesto 21040.
El caso es que....como os he dicho, una vez aterrizada aquí, pues como  que me pasan cosas raras, os pongo algunas instantáneas de mi vida cotidiana, no lo entiendo............
AYUDAAAAAAAAAA..............¿QUÉ ME ESTÁ PASANDOOOOOOOO?



13 noviembre 2013

NY....MI SUEÑO SE CUMPLIÓ. (III)

INCREIBLE.....Empezar a correr por ese puente que sale tanto en las películas, el Puente Verrazano, el comienzo, de esos míticos 42195 mts., en NY.  Fue una inyección de adrenalina, que nunca podré olvidar.

Mi cabeza empezó a procesar todo, miraba a los demás corredores, sus caras, sus gestos, mi sueño comenzaba y no quería perder detalles, por lo menos yo así lo sentía.


 Comienza nuestro recorrido por los cinco distritos
de NY,  Staten Island, Brooklyn, Queens, El Bronx y Manhattan. Cuando cruzamos el Puente Verrazano, nos adentramos en Brooklyn, comienza lo increíble,  de repente empezamos a ver a miles de personas animándonos, yo no daba crédito, iba por la parte izquierda y la gente salía a chocarte las manos, no solamente los niños, sino todos, eso era increíble, Brooklyn es el distrito más grande de NY y su implicación en esta carrera es a lo grande, empiezan a sonar las primeras bandas de música, bandas de rock, pancartas dándonos las gracias, banderas, yo miraba a  todos los lados, no quería perderme ni un solo detalle. Comienzan los primeros avituallamientos, son avituallamientos enormes, primero te dan Gatorade y más adelante agua, los voluntarios de todas las edades te gritan, te animan, muchos niños, que no dejan de moverse y de agitar los vasos para ser ellos los elegidos y darte el líquido, cuando se lo coges, saltan con el agua, jajajaja.....es increíble la alegría y euforia que transmiten.

Mi sorpresa en Brooklyn, es cuando oigo a uno de los muchos grupos de rock, el guitarrista va con una camiseta de los Rolling y está muy cerca de los corredores, sonaban de maravilla, bajo mi ritmo y les aplaudo, de repente el guitarrista me ve, para de tocar y choca su puño contra el mío diciendome....go,go,go. ¡¡Esto es de película!!.

Se me había ocurrido una semana antes de ir a NY, serigrafiar por delante de la camiseta mi nombre y me puse "go Estrella go", de manera que si me daba algún bajón, me lo viese y me animase, pues............no fue necesario, en ningún momento fue necesario, porque, fue tremendo la cantidad de gente que lo leía y me animaba, oí mi nombre, creo que en todos los acentos, la gente latina me decía Estrella, eran los únicos que lo pronunciaban bien, y los demás, jajajaja.....¡¡Estrelaaaaaaaaaaaa, Estreiiliaaaa!!.... jajajaja yo saludaba a tod@s, nunca he realizado este gesto tantas veces, en agradecimiento.
Brooklyn es tan extenso que te encontrabas, con todo tipo de gente, grupos de todos los estilos, desde los rockeros que os contaba, hasta grupos de música latina, bandas de jazz, toda esta animación se hizo extensible por todos los barrios en los que pasamos, había veces que miraba y todo hacia atrás porque no quería dejarme nada, en una de estas, me pillaron.
Yendo en carrera, voy adelantando a gente y veo a un corredor con una camiseta de España, me acerco a él, le animo y según me mira, va y me dice......¡¡Hola, tu has salido en el programa del año pasado de Canal +!! me rio y le digo que si, (el día anterior en Central Park, un chico ecuatoriano también nos había reconocido por el programa), comenzamos a hablar y a disfrutar esos kilómetros juntos, se llama Eduardo es un veterano corredor de Valencia que el año pasado también acudió a NY, y que este año a vuelto, van pasando los kilómetros y estamos totalmente integrados en el ambiente, y seguimos así corriendo juntos, hasta pasar la media maratón, es la milla 16.1, poco después nos despedimos deseándonos suerte, fue un placer. Saludé y animé a bastantes corredores y corredoras españoles, mejicanos, colombianos, etc.....

En Brooklyn ocurrió algo curioso en una de sus zonas. Allí vive prácticamente la totalidad de la comunidad judía ortodoxa, los más radicales y fue entrar en esa zona y la animación, cesó, había silencio, incluso Eduardo el corredor valenciano, me dijo que se agradecía un poco esa tranquilidad, me reí y pensándolo bien, tenía razón, ver a los judíos ortodoxos, paseando, yendo a su ritmo y sin mirar la carrera, chocaba con toda la algarabía que estábamos viviendo en otras zonas, algunos niños curiosos, se paraban y miraban, pero no aplaudían,  los niños son niños en todas partes y se les veía sonriendo pero bastante "cortados", con miedo a animar.

De Brooklyn pasamos a Queens y de Queens a Manhattan y que destacar de aquí, puesssssssss......su puente, el famoso puente de Queensboro, que es famoso sobre todo para los corredores, porque  tira para arriba que da gusto y es bastante puñetero, pero como os digo..... era tal la euforia con la que corría que ni puente, ni nada, lo pase sin problema.

Hay que destacar que los puentes estaban cerrados a los animadores, solo abierto a  los corredores y cuando entrabas en uno, dejabas de oír los gritos y solo se oía el sonido de los pasos de los corredores, hasta que llegabas mas o menos a mitad del puente y empezabas a oír a la gente, entonces otra vez de subidón y la bajada la hacías ya a ritmo más vivo.

Es la primera vez en mi vida que corro, río y lloro a la vez, mi cabeza estaba en ebullición, mis sentimientos a flor de piel, me sentía una autentica privilegiada por estar viviendo esos momentos, por tener salud y poder hacer lo que más me gusta que es algo tan simple como "correr" y porque me acordaba de mucha gente, que no está con nosotros y a tod@s los que me han animado y me ha ayudado para poder estar viviendo lo que estaba viviendo.
Y de  Manhattan al Bronx, aquí nos metimos un atracón de música soul, jazz y gospell y gritos varios, que de verdad, fue de película, en mi cabeza ya no cabía más sensaciones, seguía chocando manos, seguía sonriendo y saludando a la gente de las aceras, a los voluntarios de los avituallamientos, que por cierto......había cada dos por tres, tremenda la atención, del Bronx  empezamos a bajar a la 5º Avenida, nos quedan escasos ocho kilómetros para terminar, vamos paralelos por Central Park, hasta que nos adentramos dentro del parque, el final es duro esos casi ocho kilómetros pican para arriba y las articulaciones sobre todo los tibiales y los tobillos, están resentidas, el asfalto de NY es duro, es una ciudad sobre roca y así se aprecia, sobre todo en Central Park, pero, la gente que se agolpa en las aceras hace que las subidas se hagan fácil, esto sigue siendo increible!!.

Uffff.....veo a lo lejos la pancarta de la milla 26, si antes había reído y llorado a la vez, ahora solo lloro, lloro porque en esa pancarta tenía una promesa hecha, mirar hacia arriba, con los puños en alto y le doy un abrazo a Aitor,  ya no quedaba nada para entrar en meta, apenas unos metros..... mi sueño se había cumplido, lo había conseguido, había disfrutado, apenas sufrido. Había visualizado mucho esa llegada, cada día que salia a entrenar, unas veces con ganas y otras no,  y mi cuerpo y mi cabeza habían respondido, ya era FINISHER, me habían colgado una preciosa medalla al cuello, las caras que había visto en la salida, ahora eran distintas, eran de satisfacción, de ojos rojos, todos llevamos nuestras historias personales, por las que corremos, por las que nos embarcamos en estas aventuras, son sueños  y este ha sido el mio.
Mi tiempo oficial fue de 4:12:45, no es mi mejor tiempo, pero ni me preocupa, ni me importa, iba a correr y a disfrutar y lo conseguí, no me encontré con el muro, seguro que estaba rondando por el kilómetro treinta, pero a mi ni se acercó, no he tenido agüjetas, he podido salir a ver la ciudad, por la mañana a trotar varios días por Central Park......¡¡Qué más puedo pedir!!, ¡¡Ha sido maravilloso!!

Que se puede contar, de una carrera en la que eres protagonista junto con cincuenta mil personas, organizada a la perfección y que por sus calles se junten dos millones de personas para animarte.

Dicen de la maratón de NY que no es la mejor pero si la más emblemática, para mi sí ha sido la mejor y probablemente ó casi seguro la última que correré.
Mi recompensa....ver cumplido un sueño, conocer a la gente que he conocido y esta medalla que os enseño que la guardaré toda mi vida.




12 noviembre 2013

NY.... COMIENZA MI CARRERA, MI SUEÑO ( II )

INCREIBLE.....Que a las cinco de la mañana del pasado 3 de Noviembre, NY, tuviera un movimiento tremendo de corredores por sus calles, pero no corriendo, sino andando, en bus, en metro, en ferry, cierto es que de NY se dice que es la ciudad que nunca duerme, pero os aseguro que el Sábado miles de personas dormimos muy poco, pensando en el momento que el cañonazo del fuerte y el New York-New York de Frank Sinatra nos diera esa salida con la que tanto habíamos soñado.

INCREIBLE..... Cuando llegamos a la Biblioteca Pública que se encuentra en plena 5ª Avenida con la calle 42, donde nos esperan los autobuses que nos llevarán hasta Staten Island, nos encontramos a un montón de voluntarios que nos dan la bienvenida, los buenos días, nos animan, todos con una sonrisa y unos ánimos que nos contagian ese entusiasmo, enseñamos los dorsales y vamos llenando los buses....bus lleno, bus que sale inmediatamente dirección a Staten Island.

El viaje se me hace corto, vamos hablando y llegamos ya a Fort Wadswort, es una base militar, donde estaremos todos los corredores, al lado del Puente Verrazano  y desde donde nos llevarán hasta la salida de la carrera.
La entrada está llena de personal de seguridad y policía, tenemos que llevar todo, en bolsas transparentes, que previamente nos habían entregado en la feria del corredor el día anterior, donde es visible todo el contenido, las personas de seguridad, actúan un poco al tuntún, no lo tienen muy claro, a mi me quitan una manta pequeña, que llevaba en la bolsa, a otros se las dejan pasar, me imagino que son gente contratada puntualmente para el evento y tampoco saben muy bien como proceder y aparte que se ven desbordados por la cantidad de corredores que vamos llegando, en cambio cuando llegamos al acceso del fuerte, donde se encuentra la policía, esto ya es otra cosa, corredor por corredor, enseñando los dorsales y nos pasan el detector de metales, todos pitamos, ya que llevamos cámaras, móviles.... no hay problema, se les enseña y entramos, ya al recinto, donde estamos por colores, naranjas, azules y verdes, todo perfectamente organizado.

Menudo ambiente hay.... pantalla gigante, un grupo de música que nos da la bienvenida, encontramos  stands de Dunkin' Donuts, de Gatorade y Poland  Spring, donde te dan café, te, donuts, agua, etc.,  yo no tomo nada, tengo mis barras de cereales y mi botella que voy tomando poco a poco, no me arriesgo a probar nada que me sienta mal al estomago y lo estropee todo.
La temperatura no era mala, pero empieza a soplar el viento y eso hace que empecemos a tener frío, tod@s los corredores llevamos ropa que iremos tirando, antes y al principio de la salida, esa ropa será luego recogida y entregada a centros de beneficencia.

Nos resguardamos en las carpas que han puesto para la espera, hay mucha gente, pero nos hacemos un hueco, charlamos, estamos un rato, luego vamos a dejar en las furgonetas de UPS las bolsas, que serán llevadas a la meta, vemos una organización perfecta, por colores y numeración, no hay colas, cuando la entregas te comprueban que la bolsa que tiene el número del dorsal pegado, coincida con el que llevas puesto y es el que te corresponde, todo controlado, cuando ya se va acercando la hora, cada uno va para su zona de corral, salimos separados y en diferentes horarios, no importa, en ningún momento, te sientes sola, te rodean miles de personas y charlo con gente, estamos deseando que llegue la hora.

Después de la espera, y de ver y oír como dan la salida a las diferentes oleadas, que van por delante... ese deseado momento llega. Mi salida es a las 10:30 soy color naranja y salgo desde la parte de arriba del puente, hay unas vistas impresionantes, el famoso puente Verrazano se convierte en protagonista y testigo de esta carrera.

Cuando vamos andando hasta la salida, por megafonía un animador grita y nos desea buena suerte, suena la música a tope, la policía que está en las vallas acordonando el acceso, nos aplauden, nos desean suerte también y algunos agitan sus gorras, es un subidón impresionante, el animador sigue jaleando a los corredores y estamos eufóricos, suena el himno americano cantado en directo, inmediatamente después cañonazo de salida y el New York-New York, del gran Franki, suena a tope, empieza mi sueño y el de miles de corredores, que en esos momentos cámaras en manos, empezamos a correr, pero es curioso.... nadie sale escopetado, todos vamos poco a poco, saboreando el momento, sacando fotos, grabando en vídeo, gritando.
Las vistas son impresionantes, Verrazano se pone a nuestros pies, el sueño ha comenzado, nos esperan 26.2 millas ó 42195 mts., es lo mismo, es la distancia mítica, la que todo corredor sueña hacer.


11 noviembre 2013

VOLVEMOS A NY, ESTE AÑO SI SE PUDO!!!. ( I )

INCREIBLE, todas las entradas que haga en este blog y que hable de lo vivido en NY y su maratón, comenzarán con esta palabra, porque lo que hace muchos años comenzó como un sueño y sin saber cuando se podría cumplir, por fin este año se ha hecho realidad. Después del varapalo y la desilusión del año pasado, este año lo hemos conseguido, cincuenta mil corredores terminamos con lágrimas en los ojos en la meta de Central Park y testigo de esta carrera,  fueron casi dos millones de personas que fueron las que nos acompañaron con sus gritos, sus ánimos, chocando sus palmas, en definitiva....INCREIBLE  lo que he vivido y quiero contároslo lo mejor posible pero voy poco a poco...y por orden.

Llegamos a NY el Viernes por la tarde, todo sonrisas, alegría y una ilusión desbordante, un viaje sin problemas, en inmigración, el policía, muy serio, en cuanto me ve me dice si voy a correr la maratón, le digo que sí y cuando me sella el pasaporte, me mira, me lo da y se le escapa una mueca, me suelta un..."Good Luck", es algo que he oído bastantes veces a la policía en este viaje, no solamente los he visto animando a los corredores, sacándose fotos con nosotros,sino a alguno también corriendo a la par nuestra y aplaudiéndonos.....¡¡increible!!.

Llegada al apartamento, está al principio en la zona de Harlem, a tres minutos corriendo de Central Park,  vemos un barrio con mucho movimiento, nos están esperando y nos dan las llaves, está de maravilla, muy arreglado y tenemos libertad de movientos, ha sido un descubrimiento, nos acordamos de Victor, el es el artífice de ese descubrimiento y sus oídos tienen que estar pintándole de agradecimiento, está perfecto, además tenemos un restaurante italiano al ladito mismo y una lavandería que usamos para llevar la ropa de la carrera, una boca del metro también muy cerquita, está todo perfecto, fue salir y toparnos con gente hispana que nos daba la bienvenida y nos decía los sitios donde podíamos comer, comprar, etc., amabilidad a tope.

Todo en NY olía a maratón, la ropa deportiva y las zapatillas de correr eran el uniforme de la gente.
El Sábado por la mañana se celebra una carrera de 5 Kms., sale enfrente del edificio de las Naciones Unidas, cuando llegamos aquello es un hervidero de gentes, miles de personas, banderas de todos los países, parte del grupo la va a correr, yo prefiero disfrutarla andando, paseando a paso ligero y sacando algunas fotos, esto se vive solo una vez y quiero retenerlo en mi cabeza, no dejarme ni una sola imagen, la meta es en Central Park, en el mismo sitio donde al día siguiente me colgarían la medalla de finisher.
Después de disfrutar de esta manifestación deportiva, nos vamos a la feria del corredor a recoger nuestro dorsal. vemos unas colas impresionantes, mucha seguridad, pero va todo muy rápido, entramos y derechita a recoger el dorsal que luciré al día siguiente, foto y una vuelta a mirar todos los stands, marcas deportivas, firmas de libros, etc.
A las 13:30 habíamos quedado en el hall de la feria para sacarnos la foto de equipo, todo el 42195.es y para volvermos a reencontrar con gente que desde el año pasado no nos habíamos visto, fue muy bonito.
Nuestra foto, la foto de "NY historias de maratón", este año volvimos a cerrar el capítulo.
Después a comer, la pasta me salia ya por las orejas y nos vamos para el apartamento, el metro ha sido el transporte más usado y también el taxi, por la tarde a descansar un rato y al restaurante italiano al lado del apartamento a llenarnos de hidratos. Antes de acostarnos, nervios, nervios y más nervios, empieza el ritual de preparación del material, colocar bien el dorsal en la camiseta, dejar preparadas las barritas y los geles que vamos a tomar en carrera, las zapatillas, en definitiva....dejar todo preparadito, ya que el día siguiente comenzaba muy pronto, tan pronto tan pronto que a las tres y media de la mañana ya no podíamos dormir y empezamos a danzar por el apartamento, ya que algunos cogíamos el bus y otros el ferry a las cinco y media de la mañana, que nos llevaría a Staten Island donde comenzaria nuestro sueño.

La carrera.........................¡¡os la cuento mañana!!.