Me he sentado delante del ordenador, no se cuantas veces en las últimas horas, porque tenía necesidad de escribir, no podía y lo apagaba, aunque mis ganas eran más de gritar y de llorar, esto último llevo haciendolo, por la impotencia desde que el pasado jueves por la noche, recibí un mensaje diciendo que Aitor Urrutia había muerto, no me lo creía, me puse a llorar y a andar por casa, sin llegar a asumir semejante injusticia.
Aitor, conocerte fue un regalo, me encantó cuando nos contabas que querías correr tu primera maratón, antes de cumplir los cuarenta y que NY era el sitio elegido, que por fin te habían concedido el dorsal, porque era el tercer año que te presentabas a la "lotery", el sacrificio que era, conciliar, trabajo, master, familia y entrenamientos para NY 2012, y lo contabas con esa sonrisa tuya, que se agrandaba más cuando hablabas de tu niña, que iba a cumplir un añito, de tu afición por las Lambrettas, Vespas, etc., eras un derroche de optimismo y positividad, una de esas personas que son necesarias, y que este mundo no puede perder.
No pudiste cumplir ese sueño, la maldita enfermedad te ha arrebatado la vida, nos has dejado con cuarenta años y un sinfín de cosas por hacer, sobre todo con tu familia, con esa niña de tus ojos. Quiero y quiero escribir, pero no puedo.......
Solo me queda rebelarme y enfadarme y preguntar, quien es el que decide quien se queda y quien se va en esta vida, contigo ha metido la pata, se ha confundido y ha cometido una injusticia, tu tendrías que seguir con nosotros.
El próximo 3 de Noviembre correré contigo por NY, te dedicaré el maratón, mi primer gesto será mirar al cielo y madarte un beso, ese cielo en el que no me cabe duda que estás y que ya habrás inundado de alegria con esa sonrisa que siempre te acompañaba.
Descansa en paz Aitor.